La curiosidad innata de nuestro género nos empuja a explorar, a descubrir. A veces nos preguntamos qué ocultan ciertas cosas. Corremos una cortina y espiamos. Abrimos una puerta y vemos. Escalamos una montaña y contemplamos. Seguimos el arco iris e imaginamos. Todo lo hacemos en nuestro afán de conocer aquello que ignoramos.
Pero, ¿alguna vez te preguntaste qué hay detrás de las sonrisas? Seguramente no. Yo no lo hacía. Hasta que comprendí que las sonrisas pueden ser mucho más que una simple expresión de alegría. En ocasiones son sólo eso, entonces son contagiosas, dan fuerza e iluminan los rostros de quienes las enseñan y de quienes las observan.
Pero a veces son eficientes máscaras que esconden una variada gama de sentimientos.
Detrás de las sonrisas puede haber ironía, burla, malas intenciones, malos pensamientos, nerviosismo, incomodidad, ansiedad, temor. Hay que saber mirar.
Detrás de las sonrisas también puede encerrarse la tristeza; una leve angustia sin motivo o un dolor que desgarra el alma como un terremoto abre la tierra.
Por eso es importante que, sin dejar de disfrutar la hermosura de una sonrisa, aprendamos a ver a través de ella…
Porque detrás de las sonrisas, alguien te puede estar necesitando.
Ro
19·01·2007